retrato al alimón con el Maese César Aréchiga
el insomne tratado de la maceta
obra reciente
juan manuel zufiaur
El acto de pintar exige, entre otras muchas cosas, sobre todo una determinada velocidad, tanto en la mirada como en la ejecución. En tiempos de la inmediatez donde impera lo efímero, pintar, se convierte en un acto de resistencia a la vorágine que todo se lo lleva con un simple click.
El insomne tratado de la maceta, conjunto de 10 pinturas de gran formato que engloban la producción pictórica reciente de Juan Manuel Zufiaur, artista visual multidisciplinar vasco afincado en Guadalajara, también responde a una determinada velocidad. La velocidad blanda de las especulaciones nocturnas, de las imágenes que se agolpan en la vigilia alucinada y de las visiones arrancadas a los sueños, espacio virtual por excelencia donde confluyen todas las imágenes en deliciosa y caótica revoltura.
gansos en la tempestad. 2009técnica mixta. 180 x 120 cm
Por eso su pintura alude a arquetipos de la cultura universal que incorpora a su imaginario conformando un animalario personal, siendo el rey de su jardín de bestias el licaón, perro salvaje africano y arquetipo milenario, mitad lobo y mitad hiena, quien convive con flamencos, puercos, gallos, ranas y gansos en la tempestad... Y en medio de toda esa mitológica Arca de Noé reconfigurada por Zufiaur la pintura El y Ella, en la que las figuras que llenan el cuadro quedan reducidas a símbolos simplificados, casi primitivos, para que precisamente sea, con más fuerza que la figura, el lenguaje de los pigmentos que componen sus cuerpos el que hable.
La pintura de Juan Manuel Zufiaur remite toda ella como gesto al acto de pintar, a la actividad pictórica en su esencia, soy un curioso y me encanta ver dice el artista, al jugar tanto con las referencias que habitan en el mundo de la Historia del Arte a través de sus imágenes y logros (como en el picassiano Abrazo con sombrero), asi como de las ricas imaginerías populares, ya se trate del licaón africano o de la gran cantidad de estímulos visuales que encontramos en cualquier lugar de México. Así, la construcción del ideario pictórico se entreteje con un animalario personal que alude a la tradición de la fábula y del mito y al rico simbolismo del inconsciente colectivo.
No en vano Zufiaur concibe la práctica del oficio pictórico como un terreno para la celebración y el juego cromático, por eso El insomne tratado de la maceta es una invitación a jugar desde una postura antisolemne, con fino sentido del humor, para provocar curiosidad a través del estímulo de la imaginación y goce visual a través del ejercicio cabal y atinado del oficio de pintor.
rubén bonet
fundacionadopteaunescritor.blogspot.com
X-piatorio, Guadalajara, enero 2010
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